Foto: A. Alvarez
El día 6 de febrero, por cuarto año consecutivo, la Peña Gastronómica ha acudido a su cita con las Jornadas Gastronómicas de la Caza del Restaurante De Torres en Felechosa, este año en su vigésima edición. Hace once meses, “tempus fugit”, comentábamos en nuestra crónica la fascinación que este menú y este restaurante producía en nuestros cofrades. Pues bien, una vez más hemos sido seducidos por el desenlace que los fogones de De Torres dan al jabalí y al venado. Un menú largo y ancho, de sabores rotundos, pero bien equilibrados, que debuta con escalopines de venado, picadillo de venado y jabalí y pimientos del piquillo rellenos de jabalí. Les secunda una insuperable y no por ya conocida sorprendente caldereta de jabalí y venado con patatinos y rematamos, como no, con panchón y casadiella. Vino Ribera de Duero Anta 4 y licores digestivos para asentar las viandas.
Felechosa, tierra de helechos (del latín filictum), tiene en su plaza central un frondoso texu y la estatua de un oso y su osezno, no sabemos si en memoria de aquel regicida que acabó con la vida de Favila, y que algunos señalan como primer republicano astur. En esta plaza y en derredor del oso, dejamos testimonio fotográfico de nuestra visita y convocamos la próxima comida, si el tiempo no lo impide, en la aldea somedana de Villar de Vildas.
Juan Hevia
Asegura la gran Vanesa Ferreiro, de “O rey do pulpo”, que hay que cocinar el pulpo con ‘cariño’. Mas “cariño” es voz que proviene del latín “carere” y significa carecer. No es propio, pues, guisar con carencias. La cocina es, como bien lo refleja áticamente Sócrates Cicuta, la disciplina gastropornocibernética por excelencia, por nacer de Estómago, Sexo y Cerebro al honrar el precepto del Ducado de Gastronia que afirma: “Primum edere, deinde fornicare et denique philosophari” (Primero comer, luego fornicar y, por último, filosofar).
El sabio Trifón se expresa bien al mentar uno de los ocho rabos del pulpo, pues una vez muerto el molusco le cuelgan a éste los tentáculos a semejanza de las colas de los animales (DRAE). Trifón no se refería en particular al miembro viril del cefalópodo que, como es bien sabido, es el tercer brazo derecho del macho, suerte de órgano para la cópula con el que penetra en la cloaca de la hembra. Lo que no se recordó en el Fórum Gastronómico de Santiago es que, hace años, las mujeres pegaban con palos a los pulpos machos para ablandarles, sobre todo, el tercer brazo derecho cuya carne deleitosa se reservaba, con suma discreción, para las doncellas en su banquete de bodas. Se dice que la lucha de la especie por sobrevivir dio algunos ejemplares de pulpos zurdos, pero la mutación quedó abortada con la llegada del frío artificial.